viernes, marzo 20, 2009

" Copito de nieve_El Gorila Blanco "



      El gorila albino Copito de Nieve fue capturado por el cazador Benito Manié, un cazador de la tribu essamangon, de la etnia fang, tras abatir a toda su familia -por considerar que los gorilas de costa destrozaban sus cosechas-. Manié se percató entonces de que, agarrada a la espalda de la madre, había sobrevivido una cría albina.
La captura se produjo el 1 de octubre de 1966 cerca del poblado de Nko, en la selva de Ekonoguong y Niabesán, en la provincia del Río Muni de la antigua Guinea española, actual Guinea Ecuatorial. En el momento de su hallazgo, el gorila tenía entre dos y tres años de edad, medía 54 centímetros y pesaba 8,75 kilos.
Manié trasladó al animal al Centro de Adaptación y Experimentación Zoológica que el Ayuntamiento de Barcelona tenía en Ikunde y se lo vendió al primatólogo Jordi Sabater Pi por 15.000 pesetas, quien aceptó pagarlas si el animal sobrevivía un tiempo razonable.

El primer nombre que recibió la cría de primate fue 'Nfumu-Ngui' que, en la lengua de la etnia fang, significa 'gorila blanco'. El gorila llegó a Barcelona el 1 de noviembre de 1966, donde fue recibido por el entonces alcalde José María de Porcioles.
En marzo de 1967, 'Nfumu' apareció en la portada de la revista norteamericana National Geographic, bautizado como 'Copito de Nieve', nombre que al final se quedó como definitivo y que le valió la difusión internacional, hasta convertirse en uno de los símbolos de Barcelona. 
     Prolífico en descendencia.
     Los responsables del zoo le han procurado tres parejas a lo largo de su vida, con las que ha tenido 21 hijos, de los cuales el único varón, Urko, murió el pasado mes de agosto (de 2003) tras ser operado de urgencias de peritonitis. Ninguno de sus hijos ni de sus nietos ha heredado su albinismo.
Copito llegó a alcanzar los 181 kilos de peso y 1,63 centímetros de altura, con una alimentación a base de frutas, verduras, leche y yogur desnatado. Sus cerca de 40 años de vida –muy superior a los 25 que suelen alcanzar en libertad- equivalían a más de 80 para un humano.
La peculiaridad de su albinismo le hizo siempre vulnerable a los rayos ultravioletas y, a pesar del esmero de sus cuidadores en procurarle zonas de sombra, el animal comenzó a mostrar problemas de piel en 1996. El cáncer de piel que provocó su muerte se le detectó en una exploración rutinaria en el año 2001, en forma de una llaga en su axila derecha. Aunque desde entonces fue sometido a tres operaciones quirúrgicas, los veterinarios no consiguieron que acabara de curar.
      Copito de Nieve tomaba antes de su muerte un cóctel de antibióticos para evitar infecciones, antiinflamatorios para tratar el contorno de la llaga, antitumorales y antidepresivos. Estos últimos fármacos los tomaba antes del desarrollo del cáncer para mejorar su estado de ánimo y su conducta social con el resto de su familia aunque, según sus cuidadores, el gesto huraño del gorila se había suavizado tras ser operado de cataratas, que le impedía percibir su entorno con claridad.
En septiembre de 2003 el presidente del Zoo, Jordi Portabella, anunció la intención de no prolongar innecesariamente la vida del animal y no someterlo a una nueva operación para tratar la llaga, debido al dolor que supondría y que no ofrecía ninguna garantía de curación. El Ayuntamiento animó entonces a la ciudadanía a despedirse de Copito, en especial a los niños, a quienes se les garantizaba entrada gratis a cambio de un dibujo de homenaje.
También entonces, la dirección del recinto anunció que Copito se mantendría en las instalaciones a la vista del público hasta que sus condiciones lo permitieran y que sería incinerado tras su muerte, como todos los animales del zoo. Sin embargo, dada la excepcionalidad del gorila, Portabella avanzó que se le practicaría una necropsia para determinar la causa exacta de su muerte, al tiempo que se recogería material genético, tejido y material óseo para poder ser investigado en el banco de datos de ADN.
    Millones de cartas han llegado al Zoo de Barcelona pidiendo la clonación de Copito de Nieve, convirtiéndolo en uno de los animales más solicitados para clonación. Esto sería posible ya que el zoológico guarda varias muestras de ADN.
      'Copito' era un gorila de costa ( “gorilla gorilla”), una especie integrada por unos 40.000 ejemplares, la mayoría de los cuales habita en Gabón, mientras que de Guinea Ecuatorial y Camerún casi han desaparecido. Otra de las especies de gorila, la de montaña –más conocida gracias a la labor de la primatóloga Diane Fossey-- está aún más amenazda, con una población que no supera los 400 individuos. 

Por su piel tan especial tenía problemas con los rayos ultravioletas; comenzó a tener problemas en 1996 a pesar de los cuidados en forma de sombra que le facilitaban. El cáncer se le detecta en 2001 en una exploración rutinaria al observar una llaga en su axila derecha. Tres operaciones no pudieron ofrecerle una cura que cada vez se veía más distante.

         Fuentes: El mundo.     Fotos: Picasa.


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