En la pasada conferencia TED 2010, Bill Gates presentó su visión global para un futuro energético sin emisiones de CO2 para el año 2050. Él explicó que para esto existen dos alternativas: la energía renovable y la nuclear.
Bill Gates decidió apostar por la energía nuclear con TerraPower, una compañía que plantea la utilización de residuos nucleares para suministrar energía al planeta sin emitir CO2. Gracias a nuevos diseños de reactores que podrían evitar las limitaciones conocidas de los actuales que aún emplean tecnología que se remonta a la década de 1950.
La idea detrás de Terrapower es que en lugar de quemar parte del uranio, el 1%, que es el U235, quemamos el 99 %, el U238. Es una idea algo loca. De hecho, la gente ha hablado de esto por mucho tiempo, pero nunca pudieron simular apropiadamente si funcionaría o no, y es a través de la llegada de las supercomputadoras modernas que se puede simular y ver que, sí, con el enfoque correcto de materiales, parece que podría funcionar. El reciente anuncio de colaboración entre la compañía de Bill Gates, TerraPower, y la multinacional Japonesa Toshiba para el desarrollo de un nuevo tipo de reactor nuclear de cuarta generación no hace sino confirmar esta tendencia. El nuevo reactor, de tipo TWR (Traveling Wave Reactor), estaría comercialmente en funcionamiento en el próximo decenio y emplearía como combustible uranio empobrecido.
Si bien el diseño conceptual de estos reactores fue propuesto hace más de cincuenta años, todavía no se ha construido ningún reactor TWR. La investigación al respecto de esta tecnología, hasta fechas recientes, ha sido escasa e intermitente. No obstante, Toshiba ya ha desarrollado un mini reactor de 10 MW de este tipo, conocido como "4S", y espera iniciar su construcción en 2014. TerraPower y Toshiba pretenden aprovechar en un 80% la tecnología de este último para el diseño de un reactor de mayor tamaño (de entre 300 y 1000 MW de potencia).
TerraPower dijo que ha estado estudiando el reactor TWR, que puede funcionar durante 50 a 100 años sin la necesidad de reabastecer o eliminar el combustible nuclear utilizado. Mientras tanto Toshiba ha desarrollado su propio reactor de pequeño tamaño llamado “4S Reactor” que está dirigido a aprovechar la demanda de plantas nucleares compactas de zonas y pueblos remotos, incluyendo los de Alaska en los EE.UU.
Al igual que con el resto de tecnología nucleares, la fuerte oposición social surgida en los ochenta en contra del desarrollo de la energía nuclear, ha llevado a la pérdida de más de 2 décadas en el desarrollo de estas tecnologías.
La tecnología de los reactores nucleares actualmente en servicio, la mayoría del tipo PWR, data de los años cincuenta (reactores de 2ª generación, los primeros comerciales). Cualquiera que visite las salas de control de las centrales verá que emplean tecnología analógica antidiluviana, hasta el punto de que hoy en día bastaría un solo ordenador de sobremesa para controlar la operación de cualquiera de las centrales actualmente en funcionamiento.
Incluso los nuevos diseños de reactores de 3ª generación y 3ª generación+(AP1000, EPR, ACR-1000, etc.) en fase de construcción, pensados para sustituir a los reactores viejos que se van retirando, no pasan de ser simples actualizaciones de los antiguos reactores de 2º generación. Los reactores de 3º generación son algo más seguros, eficientes, limpios y digitales, sin embargo no representan un verdadero avance tecnológico, sino más bien un arreglo para salir del paso (inminente sustitución de los viejos reactores).
Por el contrario, tecnologías de 4º generación, como los reactores reproductores rápidos (los TWR son un tipo dentro de una variedad de diseños), si constituyen un verdadero adelanto tecnológico. Estos permitirían proveer a la humanidad de energía barata, segura y limpia durante milenios (prácticamente una energía de tipo renovable) así como reducir considerablemente el calentamiento global (también se habla de reactores de 5º generación, más revolucionarios si cabe, y del ITER y la recurrente fusión nuclear, pero eso ya son harinas de otro costal…).
Volviendo al tema, algunas de estas tecnologías de 4º generación (nuclear .4) pueden emplear residuos nucleares como combustible (de esos que se encuentran almacenados en los famosos cementerios nucleares), generar más combustible del que consumen, o emplear otros combustibles menos radiactivos o más abundantes como el torio. El desarrollo comercial de estas tecnologías no presenta importantes barreras tecnológicas (como en el caso de la fusión nuclear), reduciéndose principalmente a una cuestión de inversión. Por otra parte, las tecnologías de reprocesado de residuos nucleares también están en pañales. En esta área los reactores de 4ª generación contribuirían en la reducción de stocks de residuos radiactivos empleándolos como combustible. A su vez, al mismo tiempo aquellos producirían menos residuos.
No obstante, todos sabemos que la energía nuclear sigue siendo un tema espinoso y que cualquier desarrollo de su tecnología inevitablemente encontrará la oposición de grupos poderosos (los prejuicios de muchas personas con respecto de la energía nuclear son difíciles de borrar).
De cualquier modo, múltiples indicios evidencian que definitivamente algo empieza a moverse en el campo de la energía nuclear (movimientos en pro de la e.nuclear de muchos gobiernos de países desarrollados, recomendaciones del IPCC a favor de la misma, movimientos en la industria, o anuncios como el protagonizado por Bill Gates y Toshiba).
Además, las nuevas tecnologías nucleares podrían dar respuesta a problemas actuales como son la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la dependencia energética con respecto de países de la OPEP, el encarecimiento de los combustibles fósiles, o la necesidad de proporcionar energía de base a las energías renovables.
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