El físico y misionero americano Thomas Staughton Savage fue el primero en describir el gorila occidental (lo llamó Troglodytes gorilla) en 1847 a partir de especímenes obtenidos en Liberia. El nombre es derivado de la palabra griega gorillai (una «tribu de mujeres peludas») descrita por Hanno el navegante.
Los gorilas son mayoritariamente vegetarianos, consumen principalmente frutas, hojas, brotes, si bien pueden llegar a consumir algunos insectos, lo que representa solo del 1 al 2 por ciento de su dieta.
Además todos los gorilas comparten el mismo tipo de sangre (B) y, como los humanos, cada gorila tiene huellas digitales únicas que lo identifican.
Copito de Nieve ha sido el único caso de gorila albino (blanco) que se ha dado hasta la fecha. Se calcula nació sobre 1964 y falleció en Barcelona en 2003.
La delicada situación de los gorilas y su hábitat ha llevado a la Organización de Naciones Unidas (ONU) a declarar 2009 Año Internacional de este primate. La decisión debería implicar mayores esfuerzos de conservación y lucha contra las amenazas que han llevado a estos animales al borde de la extinción.
Los gorilas son un género en peligro de extinción y sus especies ha sido blanco de cazadores furtivos durante mucho tiempo. Las amenazas a la supervivencia de los gorilas incluyen la destrucción de su hábitat y la cacería. Esta última se ha incrementado con los conflictos armados en los países en que habita, y un creciente interés en zonas afluentes por «carnes exóticas».
En 2004 una población de varios cientos de gorilas del parque nacional Odzala (República del Congo) fue esencialmente eliminada por el virus del ébola. En 2006 un estudio publicado en la revista Science concluyó que más de 5.000 gorilas habían muerto recientemente a causa del virus del ébola.
Varias amenazas explican la delicada situación en la que sobreviven los gorilas. Los conflictos bélicos, que se suceden en su hábitat desde hace años, constituyen su principal problema, según la organización Wild Life Direct. En la actualidad, el Parque Nacional de Virunga, situado en la frontera entre Ruanda y Uganda y hogar de la tercera parte de los últimos gorilas de montaña del mundo, es una zona de combate más entre el ejército congoleño y los rebeldes anti-gubernamentales. Los responsables del Parque han tenido que huir a campos de refugiados, desde donde cuentan las últimas novedades a través de su página web y reclaman la ayuda internacional.
Además de la guerra, la caza ilegal también lleva años amenazando no sólo a los gorilas, por cuya carne se pagan grandes sumas de dinero, sino también a muchos guardias que han perecido al realizar su trabajo. Así quedaba reflejado en la película "Gorilas en la niebla". La actriz Sigourney Weaver encarnaba la vida de Dian Fossey, una zoóloga estadounidense que trabajó entre los años 60 y 80 por la conservación de estos animales, hasta su asesinato por los cazadores furtivos.
Asimismo, los responsables de la ONU recuerdan que los principales problemas medioambientales de la actualidad, como el cambio climático o la destrucción del hábitat, y en concreto la deforestación, también inciden negativamente en la supervivencia de los gorilas.
Medidas para evitar su extincion
Naciones Unidas pretende que la celebración del Año Internacional del Gorila sirva para mejorar la situación de estos primates. Para ello, sus responsables apuestan por acciones que mejoren el hábitat en el que viven y contribuyan a la paz en la zona. Por ejemplo, se fomentarán programas de ecoturismo que permitan el desarrollo sostenible de los habitantes de dichas regiones y eviten los conflictos armados y la caza ilegal.
Los expertos de la ONU solicitan también una mayor financiación para proyectos de recuperación medioambiental y conservación animal, que han demostrado buenos resultados cuando han sido llevados a cabo de forma eficiente. Un ejemplo de ello es el Programa Internacional para la Conservación del Gorila (IGCP), en el que participan diversas organizaciones, como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la Fundación Africana para la Naturaleza y la organización Fauna y Flora Internacional. Su trabajo, centrado en la conservación del gorila de montaña, ha logrado importantes logros. El año pasado, WWF informaba de que la población de gorilas de montaña de Uganda había crecido en la última década un diez por ciento, situándose en los 340 ejemplares.
Asimismo, se reclama una mayor colaboración por parte de las instituciones. Los responsables de la ONU quieren reforzar el paso dado en junio de este año con la firma del Acuerdo sobre la Conservación del Gorila y sus Hábitats. Se trataba de la primera vez que un documento legal obligaba a los gobiernos de la zona a trabajar conjuntamente por la conservación de este primate. Las medidas que se aprobaron incluían mayores esfuerzos de colaboración y el endurecimiento legal de la lucha contra el furtivismo.
Fuentes:http://es.wikipedia.org/wiki/Gorilla
http://www.consumer.es/web/es/medio_ambiente/naturaleza
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