martes, mayo 31, 2011

" Depresion y acidos grasos Omega-3 "


Las carencias dietéticas en ácidos grasos omega-3 podrían afectar a la estabilidad emocional, según sugiere un estudio del Instituto de Neurobiología Mediterráneo del Instituto Nacional de la Sanidad y la Investigación Médica (INSERM) de Francia en Marsella y la Universidad de Bordeaux que se publica en la revista Nature Neuroscience.

Los científicos, dirigidos por Olivier Manzoni y Sophie Layé, descubrieron que los ratones cuyas madres se habían alimentado de una dieta deficiente en omega-3 durante su gestación y fueron criados con esta misma alimentación deficiente, mostraban conductas que sugerían un aumento de la ansiedad y la depresión, en comparación con ratones criados con una dieta equilibrada. El análisis del tejido cerebral de estos ratones deficientes en omega-3 reveló la carencia de un tipo de plasticidad sináptica en dos regiones del cerebro, la corteza prefrontal prelímbica y el núcleo accumbens, que han sido ya implicadas antes en la conducta emocional y los trastornos del estado de ánimo. Según concluyen los autores, se trata de la primera vez que se encuentra una explicación biológica a la relación entre una dieta baja en omega-3, habitual en los países industrializados, y ciertas patologías como la depresión.

Los ácidos grasos omega-3 son considerados ácidos grasos esenciales, que a pesar de ser indispensables para la salud no pueden ser sintetizados por el organismo humano, por lo que es necesario obtenerlo de los alimentos (caballa, atún, salmón, verduras de hoja verde...).

Los ácidos grasos omega 3 alivian los síntomas de la depresión postparto, según un estudio de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Connecticut que se ha hecho público durante el encuentro 'Experimental Biology 2011', que tiene lugar en Washington (Estados Unidos).
Los investigadores realizaron un ensayo dietético en el que participaron 52 mujeres embarazadas que tomaron un placebo (aceite de maíz) o una cápsula de aceite de pescado que contenía 300 miligramos de ácido graso omega 3 docosahexaenoico (DHA) cinco días por semana durante la semana 24 a la 40 de embarazo.
Esta cantidad es la equivalente a media ración de salmón. Se cree que el consumo diario de DHA durante el embarazo es de aproximadamente entre 50 y 70 miligramos diarios. Aunque el estudio no contaba con mujeres suficientes para investigar si el consumo de aceite de pescado producía una menor incidencia de depresión postparto, las mujeres del grupo de tratamiento tuvieron puntuaciones inferiores en una escala estándar de detección del trastorno en comparación con el grupo control al informar de menores síntomas asociados a la ansiedad y la pérdida de control.

Los investigadores concluyen que el consumo de DHA durante el embarazo, al menos a niveles que se encuentran en los alimentos, tiene el potencial de disminuir los síntomas de la depresión postparto. El trastorno se caracteriza por síntomas como alteraciones del sueño y la alimentación, ansiedad, pasividad emocional, confusión, pérdida de control, culpa y pensamientos suicidas.
Algunos expertos estiman que la depresión postparto afecta al 25 por ciento de las mujeres que son madres por primera vez.
Las conclusiones sugieren que las mujeres embarazadas deberían consumir al menos una ración de pescado alto en omega 3 dos o tres veces por semana para mejorar su salud mental tras el parto.
Aunque los suplementos de aceite de pescado podrían ser más asequibles para algunas mujeres, la opción más nutritiva procede del pescado, que es también más rico en proteínas y minerales.




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